miércoles, 13 de junio de 2012

Reflejos

 En el nacimiento y durante las primeras semanas de vida se manifiestan en el niño una serie de movimientos que son característicos de los recién nacidos, los cuales conocemos como reflejos o respuestas motrices, los cuales van desapareciendo a lo largo de los primeros meses de vida como consecuencia de los procesos evolutivos.
Algunos de los reflejos de los recién nacidos son:
  • Reflejo de succión o de hozar: cuando se estimula la mejilla del bebé, él voltea la cabeza, abre la boca y empieza a chupar. Lo que permite que el niño encuentre y tome la comida.
  • Reflejo darwiniano o de agarrar: al estimular la palma de la mano del bebé, él cierra el puño con fuerza.
  • Reflejo de marcha automática o de caminar: se toma al bebé por debajo de los brazos, es decir, por las caras laterales del tórax, en posición vertical y con los pies descalzos se coloca sobre una superficie dura y plana un poco inclinada hacia adelante, el bebé empieza a caminar con movimientos coordinados semejantes a pasos.
Este reflejo no desaparece a las ocho semanas de nacido tal y como se pensaba, sino que las piernas del bebé se vuelven pesadas y no tiene fuerza para poder levantarlas. Se ha demostrado que si se introduce al bebé en agua el reflejo aparece.
  • Reflejo de moro o de susto: es un movimiento global del cuerpo del bebé: mueve con rapidez los brazos hacia afuera y luego hacia adentro, abre los dedos como buscando agarrarse, arquea la espalda y extiende las piernas cuando es sorprendido por un ruido fuerte.
  • Reflejo de Babinski: se da cuando se estimula la planta del pie del bebé, abriendo los dedos en abanico.
Este reflejo desaparece hacia los seis meses y es suplantado por el encoger hacia adelante los dedos al ser estimulada la planta del pie.
  • Reflejo vestíbular: se observa cuando se coge al niño por las axilas y da vuelta completa; si se fija la cabeza del bebé éste tiende a dirigir los ojos hacia la misma dirección del movimiento, si no se fija la cabeza se voltea completamente.
Después de los seis meses de edad forcejea de manera incoordinada, hacia los ocho meses es capaz de hacer movimientos voluntarios.
  • Reflejo tónico del cuello: se puede observar cuando se coloca al bebé acostado boca arriba, voltea la cabeza pasivamente a un lado, extiende el brazo y la pierna del lado preferido y flexiona los miembros opuestos.




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